enfermedades geneticas en perros

Uno de los problemas de ser formas de vida basadas en el carbono que almacenamos nuestra información en el ADN, en cómodos genes, es el riesgo de las mutaciones y las patologías que ocasionan.
Los perros, por desgracia, también sufren enfermedades genéticas. Y es que todo lo que sabéis de genética en humanos se puede aplicar a los perros.

¿Sabíais que los perros se han usado, y se usan, como modelo animal para algunas enfermedades genéticas?

Modelo animal

Un modelo animal es un animal de una especie no humana que presenta una enfermedad idéntica, o muy similar, a otra que se encuentra en el ser humano.

Por ejemplo, los ratones han sido durante decenas de años un modelo animal frecuente. La condición básica la cumplen: son animales biológicamente muy parecidos al ser humano, frente a otras especies de laboratorio como el pez cebra o la mosca de la fruta. Comparten enfermedades con nosotros causadas por las mismas alteraciones genéticas.

Sin embargo, a diferencia de nosotros, tienen un pequeño tamaño que permite fácilmente trabajar con grandes grupos, son económicos de mantener (su dieta y hábitat son sencillos) y tienen un ciclo de vida rápido.

Incluso se les ha “humanizado”, incorporando genes y proteínas humanas en su fisiología para que su estudio sea una réplica lo más exacta posible de nuestra especie.

Su importancia ha sido tan grande que, en Instituto de Citología y Genética de Novosibirsk, en Rusia, hay una estatua en memoria de los ratones de laboratorio y la aportación que han supuesto en la investigación.

Los perros como modelo animal en genética humana

En los últimos veinte años, la apuesta del perro como modelo animal para multitud de enfermedades genéticas ha ido en aumento. En 2010 se calculaba que, de unas 450 enfermedades genéticas caninas, aproximadamente 360 eran análogas a sus versiones en humanos.

Presenta una serie de ventajas frente al ratón, pero una destaca sobre el resto en relevancia: conviven con nosotros.

El perro es el modelo animal que mejor puede reflejar los factores ambientales que afectan a la especie humana, porque viven en las mismas condiciones que las personas. Un perro habita la misma casa que su dueño, tiene un estilo de vida similar e incluso su alimentación muchas veces depende de la de su propietario, convirtiéndolo en un reflejo mucho más fiel que cualquier otra especie.

Las enfermedades genéticas son, en su mayoría, complejas. Dependen de varios genes y se ven influenciadas por los factores ambientales. Dos personas con las mismas anomalías genéticas causantes de celiaquía pueden tener un cuadro clínico muy diferente según su estilo de vida y las circunstancias que les rodean.

El perro es un modelo animal que unifica no solo los rasgos genéticos, sino también los físicos y sociales.

Otra ventaja frente a otras especies animales es su inmensa diversidad genética. Cuando te pasas miles de años criando perros en diferentes tareas y ambientes, dando lugar a más de 400 razas distintas, consigues una amplia variedad de genomas.

Además, muchos de estos cruces eran realizados con un seguimiento del linaje familiar, lo que posteriormente ha ayudado a entender la aparición y evolución de algunas patologías genéticas en los animales.

El resultado son algunas especies con una marcada predisposición por enfermedades genéticas específicas. No tienes una especie como modelo animal, tienes decenas de razas. Alta diversidad genética como especie, muy baja diversidad genética como raza.

Siguiendo con las ventajas genéticas, esta vez comparando con los estudios humanos, tenemos el desequilibrio de ligamiento. Este término se refiere a la característica de algunos fragmentos del genoma, normalmente genes, de no segregar de manera independiente.

Estos fragmentos suelen encontrarse cercanos en el mismo cromosoma y se heredan juntos. Sabiendo que un individuo ha heredado un alelo con alto desequilibrio de ligamiento respecto a otro, se puede inferir que este individuo presentará ambos alelos, aunque solo haya sido detectado uno.

Los perros presentan más desequilibrios de ligamientos que la especie humana, permitiendo que pueda estudiarse su genoma analizando menos marcadores.

Los perros, reflejos de nuestras patologías

Las primeras enfermedades donde se aprovecharon los perros como modelo animal y sus ventajas han sido las relacionadas con el cáncer. La frecuencia, aparición y evolución de los tumores en perros, incluyendo el tratamiento, es casi idéntica a la humana.

En un estudio realizado en el fallecimiento de 2000 perros, el 23% de ellos habían muerto a consecuencia de un cáncer. En los perros con más de 10 años, esta cifra se elevaba al 45%.

No todas las razas presentan ni la misma predisposición, ni al mismo cáncer. Esto es análogo a las poblaciones humanas, ya que el ser humano tiene un riesgo distinto a estas patologías dependiendo de su etnia y su región geográfica.

El 24% de todos los cánceres en perros son linfomas. Sin embargo, mientras que uno de cada ocho Golden Retrievers va a sufrir la enfermedad, en la raza Bóxer es uno de cada cuatro.

Si quisiéramos hacer un estudio del osteosarcoma, deberíamos estudiar las razas grandes de perros, como el Gran Danés o el San Bernardo, que tienen una mayor predisposición a desarrollarla que las pequeñas.

Posteriormente, el otro grupo de enfermedades donde empezaron a destacar los perros como modelo animal fueron las neurológicas. A diferencia de otras especies, en los perros estas enfermedades son similares al ser humano en muchos aspectos sintomatológicos y del comportamiento.

Beneficios de ser animales sociales acostumbrados a nuestro estilo de vida.

Los perros sufren una enfermedad llamada síndrome de disfunción cognitiva canina equiparable a nuestra demencia senil y Alzheimer. La causa es también la proteína beta-amiloide, otra similitud.

Su mielopatía degenerativa canina equivale a nuestra esclerosis lateral múltiple. Ambas especies podemos sufrir lipofuscinosis neuronal ceroidea o enfermedad de Krabbe.

En este trato, ambas especies ganan. Por un lado, nos proporcionan un grupo de estudio amplio y heterogéneo que nos ayuda a entender nuestros mecanismos genéticos.

Por otro lado, los perros se benefician de los tratamientos y curas desarrollados que nosotros, que con frecuencia pueden extrapolarse a ellos con idéntica eficacia. Incluso productos como el kit genético para perros de Koko surgieron primero como una versión para usuarios humanos.

Los perros son sin duda un animal increíble. Solo por existir, nos recuerdan por qué son el mejor amigo del hombre.

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